Ayer te vi

Era esa mañana de octubre cuando te vi sentado en una banca enseguida de una enorme rueda de fortuna que parecía tocar el cielo. Sonreí al verte ya que hacia meses que no te veía pasar por aquí. Me acerque a ti y al notar mi presencia optaste por continuar con un silencio que congelaba aun mas el ambiente de aquella tarde de octubre.

 en donde estuviste? — te pregunte intentando que te dieras cuanta de que me importabas quizás mas de lo que te imaginaste. Tu volteaste a verme y sonreíste ampliamente con aquella sonrisa que dejaba ver tus blancos y retorcidos dientes que tantas gracia y paz me generaban.
Jamas me fui, siempre te estuve esperando. Podrida haberme pasado años aquí, realmente sentia que  en mis pies comenzaban a generarse raíces. Pero jamas me importo, porque te espere aun mas de lo que pensé. Por que no venias ya?, por que me dejaste atado a un hilo de esperanza?, porque jamas pensaste que aquel día que te vi fuiste lo mas importante para mi? — me detuve a pensar en la respuesta que le daría a todas tus preguntas y si te soy sincera no tenia una respuesta. Tu lo entendiste al escuchar nada mas que mi silencio.
—No te preocupes, creo que se porque lo has hecho, y no sabes cuanto te agradezco esta lección tan grande que me has dado. — yo no entendía lo que intentabas decirme, pero aun así opte por escuchar. — El día que te conocí te dije que no tenia fe, ni esperanza, que no conocía el amor y que parecía que jamas lo encontraría.Tu ausencia me enseño inconscientemente y me hizo saber que muy adentro de mi la esperanza y la fe aun persistían, y fue tanta la fe que tuve en que volvieras que me quede esperándote sin importarme si llegarías. Tu tenias razón las cosas siempre suceden por algo, no fue una coincidencia que pasaras por aquí justo el día en que sentía la necesidad de dejar de existir. — me quede en silencio y observe como te levantabas aun con la sonrisa en tu rostro.
—Gracias— Aun sin comprender del todo lo que había sucedido estudie cada una de las palabras que ayer cuando te vi me dijiste. Nada es coincidencia, todo pasa por alguna razón, aunque esa razón a veces parezca aterradora, estoy casi segura que algo bueno te dejara, un aprendizaje obtendrás después de aquel acontecimiento. Por eso insisto en que ningún momento debe ser olvidado, porque no sabe si de ese momento obtengas algo, bueno o malo recuerda que nada es una coincidencia y que las cosas siempre suceden por algo.                       

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